Extraído de "Care for anging".
Cuando viniste por primera vez con tu enfermedad.
Cuando sospechamos tu diagnóstico.
Y cuando te derivé a un compañero para confirmar o descartar mi sospecha.
¡Qué coraje no haberme equivocado como otras muchas veces!
Recuerdo también cuando volviste con el diagnóstico de certeza.
Cuando me preguntabas una y otra vez sobre las posibilidades que tenías.
Cuando me decías que lucharías hasta el final.
Y cómo de ilusionado fuiste al Oncólogo.
Recuerdo cuando se te cayó el pelo.
Los vómitos que tenías cuando te daban quimioterapia.
Y lo bien que te sentías entre las sesiones.
Y lo contento que estuviste unos meses.
Más tarde comenzaron los dolores.
Y yo te dije "Que no te duela que entonces me duele a mí".
Y tú sonreíste.
Y entonces comenzaste a sentirte mal.
Y comenzaste a venir sin cita.
Tenías todas las del mundo.
Y cómo dejaste de poder venir.
Porque ya el motor no funcionaba.
Y cómo tuve que ir varias veces a verte a casa.
"¡Cómo tú no vienes, pues ya vengo yo!"
Te decía.
Y entonces llegó el momento.
Luchaste durante mucho tiempo.
Con valor.
Con sacrificio.
Con entrega.
Con ilusión.
Solo te quedaba despedirse dignamente de este mundo.
Y éso, también se pudo conseguir.
Bien por su Dignidad y bravo por la de los dos.
ResponderEliminarGracias.
EliminarUn saludo.
Orgulloso de ser colega tuyo. Un abrazo desde Huelva.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarUn abrazo.