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miércoles, 1 de febrero de 2012

Preguntando a "médicos de trinchera" sobre DIRAYA.

Imagen extraída del orientablog.


Ayer asistí a una jornada de trabajo para el proyecto "Barreras y facilitadores para el uso del sistema de ayuda a la prescripción del programa DIRAYA" perteneciente a la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).


Estaba citado junto con varios compañeros de Sevilla y Córdoba, todos Médicos de Familia y trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS), para debatir sobre nuestra opinión sobre esas señales de alerta que aparecen cuando prescribimos medicamentos que provocan interacciones.


Según nos comentó la trabajadora de la EASP que se debe encargar de realizar el informe de la sesión, iban a haber hasta ocho reuniones de este tipo en toda Andalucía.


En principio, me parece una medida acertada que se pregunte a clínicos sobre una herramienta para la prescripción.
Que se pregunte al que la usa todos los días.


De allí salieron ideas magníficas y creativas de mejora del módulo de interacciones.
Y es que me parecieron todas las opiniones muy válidas e interesantes.


Daros cuenta, que casi todos nos enfrentamos a un programa que nos martiriza día sí y día también.


Sin entrar en detalles, parece que coincidimos los clínicos en las mismas propuestas de mejoras.
Con lo cual debe ser que hay que mejorarlo.


Lo que ya no sé, es si esta interacción con "médicos de trinchera" servirá de algo.


Desconozco si se han producido anteriormente reuniones de este tipo, para la mejora de DIRAYA, y si supusieron cambios que hayan mejorado nuestra Historia Clínica Electrónica.


De todas maneras, de haberse producido, no hemos sido informados.
Por lo menos yo nunca me he enterado.


El motivo de este artículo es que al menos los compañeros sepan que ha habido una reunión en la que hemos hablado de mejoras del módulo de interacciones de DIRAYA.


Nada más y nada menos.


Creo que el feed-back con los médicos de familia del Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) es la manera de conseguir que poco a poco una herramienta fría, calculadora y lenta se transforme en algo que sea más como somos nosotros.


Es decir, resolutiva.


Aún así nunca perder el norte.


Siempre será una herramienta.
El médico deberá tener unos conocimientos que le permitan discernir la adecuación en cada momento independientemente de las indicaciones que aparezcan en las pantallas de su ordenador.


Aprovecho ahora para decir que me parece demencial que haya una historia clínica electrónica para cada comunidad autónoma.


Se hizo mal desde un principio.
Y es lo que digo yo, que si se hubieran preguntado a los clínicos cómo se debería haber hecho, quizás hubiera sido todo más simple.


Pero esto es lo de siempre.


Veremos a ver si sirve la reunión.
Como he asistido, ya os diré si lo que hablamos ayer tiene trascendencia real.


Tiempo al tiempo.