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jueves, 2 de agosto de 2012

Urgencias de recetas




Cerré el blog porque ya no me apetecía escribir.


En el anterior post comenté que no sabía si iba a ser definitivo o no.


Me tomé unos días de descanso.


Y como vuelvo a tener ganas de contar historias, vuelvo a abrirlo.


No le deis más vueltas, si me seguís y sois de lo que os gusta comeros el coco.


Es así de simple.


Entraré en materia.


Me ha llamado la atención, a mi vuelta de vacaciones la cantidad de "urgencias de recetas" que vemos en mi Centro de Salud los Médicos de Familia.


Definiré "urgencia de receta".


Dícese de aquella actuación en la que el médico tiene que realizar una receta financiada por el Sistema Nacional de Salud, sin cita médica porque el paciente se ha quedado sin ninguna o muy poca dosis de su medicación habitual para la enfermedad crónica que padece.



Es mi definición.


No busquéis estas palabras en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.


No existen.


¿Que no lo entendéis?


No preocuparse, lo explico.
Os pondré en situación.


Imaginaos a un paciente o a un familiar cualquiera que se encarga de suministrar medicación a éste.


Imaginaos que cuando está tomando dichos medicamentos, éste, se da cuenta, que no tiene ninguna o solamente alguna de las dosis del fármaco o los fármacos que requieren la patología a tratar.


Inmediatamente sale corriendo en busca de una farmacia que le suministre su medicación.


En la farmacia, con buen criterio, le exigen la receta médica pertinente.


El paciente o el familiar comienza a chantajear emocionalmente al farmacéutico.


- Dame mi medicina que luego te paso la receta cuando el médico me la haga.


Y sea cual sea.


Tranquilizantes incluidos.


Tras evidentemente no ceder a la negociación, esta misma persona se dirige hacia su Centro de Salud.


Y pide una cita inmediata para que su médico realice las recetas que necesita.


Si ya no hay citas, porque esto siempre ocurre a partir de las 11 de la mañana, exige una visita urgente con el médico "que sea".


- ¡Es que no puedo estar sin mi medicación, y en la farmacia no me la dan!


¡Pues por supuesto que no!


Ni puedes estar sin la medicación ni en la farmacia te la deben de dar.


Es que la misión de un paciente o un familiar responsable es anteponerse a la falta de medicación antes de que le vaya a faltar solicitando cita previa.



¿Es que vamos a la tienda a por el papel higiénico inmediatamente tras haber defecado?


¿O solemos revisar su existencia para que nunca falte en casa?


Entiendo que a veces hay problemas.


No soy cuadriculado.


Hay muchas circunstancias.




Y he de decir que siempre receto la medicación aunque proteste.


Pero en mi opinión, ésto ocurre muchas más veces de lo estrictamente circunstancial.


Varias cosas a analizar:


Para empezar, presionar a los farmacéuticos no está bien.


No se puede abusar de su confianza.


No se lo merecen.


Segundo, utilizar los servicios de urgencias de su centro de salud para estos problemas que serían subsanables no me parece lógico en los tiempos que corren.


Y otra reflexión más, recetar no es solamente darle a un botón en el ordenador.


Hay mucha responsabilidad en ello. 


Y debería ser su médico de cabecera quién determine si está o no indicado que se continúe o no la medicación.

Porque a veces está clara la continuación de un tratamiento.


Ejemplo sería la insulina en un diabético.


Pero otras no tanto.


Por ejemplo Sulfato Ferroso para una supuesta anemia.


Yo creía que en Andalucía, el uso de la receta electrónica y los tratamientos de larga duración iban a minimizar este problema.


Pero no.


Y  me consta, los farmacéuticos en Andalucía, avisan a los pacientes y/o familiares que les están suministrando la última caja de la medicación prescrita por su médico de cabecera.


Para pedir cita con su "médico de cabecera" en ese intervalo de tiempo.


¿Cuál podría ser la solución?


Pues desde mi punto de vista, la educación sanitaria.


Realizar desde las administraciones centrales campañas que fomenten la responsabilidad en el uso del medicamento por parte de todos.


En todos los aspectos.


Y en este también.


Que a veces se olvida.