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viernes, 6 de mayo de 2011

Violencia en salud


Vivimos en un mundo complicado.

Un mundo que cambia a mucha velocidad.

Pero que mantiene mentalidades del pasado.

Un mundo que tiene héroes desconocidos.
Y tiene como mitos a impresentables.

Un mundo que festeja una muerte con jolgorio.
Y que se abraza a una tele para ver "trajes de novias".

Un mundo que se paraliza con un partido de fútbol.
Pero que le da igual que no se le de un trabajo digno.

Un mundo en la que los políticos lo que hacen es criticar.
Y los religiosos hacen política.

En este mundo vivimos.
En este contexto histórico estamos.

También con respecto a la sanidad.
Y con los médicos en particular.

Hay una pérdida de respeto al profesional sanitario.
Desde todos los ámbitos.
Por una parte nos bajan el sueldo.

Por otra no se nos valora.
No se admite la dificultad de nuestra profesión.
La sobrecarga y el estrés al que estamos sometidos.

Sobre todo si trabajamos realizando Urgencias.

Yo soy joven.
Bueno, eso me dicen.

Y los que lo dicen son mis compañeros más veteranos.
Comentan la pérdida del respeto de la sociedad actual ante los sanitarios.

Quiero que me entendáis bien, no considero que mis pacientes me respeten poco.
Es más, creo que me respetan bastante.

No obstante, se me parte el alma cuando un compañero me cuenta que le han agredido verbalmente.
Y más aún, cuando la agresión es física.


Somos trabajadores.
Creedme si os digo, que la mayoría, intentamos hacer las cosas lo mejor posible.
Es verdad que siempre hay alguna oveja negra.
Es normal en un colectivo tan grande.

Pero no se consigue nada crispando el ambiente.
En un ambiente violento no se puede trabajar.
No se debe trabajar.

Estas asustado, y te proteges.
Eso no es medicina.
Realizas medicina defensiva.

Si además, a un compañero implicado, que ha estado sufriendo con un paciente, se le insulta, incluso se le agrede, solamente se consigue una cosa.

Humillarlo.

Plantearse, que leches pinto yo aquí, teniendo que aguantar esta historia.
¿Si yo lo que quería era ayudar?

Me dicen los veteranos que antes esto no pasaba.
Que les llamaban de "don".

Veréis, yo tampoco pretendo eso.
Solo pretendo que se me respete lo mismo que yo respeto a mis pacientes.
Y que respetéis a mis compañeros de la misma manera.

¿Pero, no veis que si nos zarandeáis, nos empujáis o nos insultáis, no conseguís nada?

Si.
Provocáis una cosa.
Que se produzca una mala actuación médica.

Y que además la siguiente sea aún peor.

Y diréis que también nos equivocamos.
Evidentemente que sí.
Hay errores y malas praxis médicas.

Bien, en ese caso reclamad que es vuestro derecho.
Donde sea menester.

Que para eso estamos en un estado democrático.

Pero sabed que también tenéis deberes.

Y entre ellos está el respeto al sanitario.

Parece que a veces se olvida.

Los deberes.
Que no los derechos.

Esos no se olvidan nunca.

Y no me vale decir, que es que estaba nervioso.
Que es que no sabía lo que hacía.

No.
No lo admito.

La violencia es inadmisible y no hay causa que la justifique.
En cualquier forma que se presente.

Al menos, desde mi punto de vista.

Va por los compañeros agredidos.
Por ellos.
Porque hay agresiones todos los días.

Pero sobre todo, va por aquellos, que al día siguiente, echándole hormonas sexuales (masculinas o femeninas, según el género), se levantan otra vez para seguir trabajando.
Y volver a exponerse.

Si no se acuerda la sociedad, al menos nosotros debemos hacerlo.
De vez en cuando.

domingo, 1 de mayo de 2011

Para Gestores de Sanidad.


El artículo va dirigido a los gestores.
A gestores de distritos y áreas de salud.

¿Cuándo va a ser prioridad máxima la comunicación entre la primaria y la hospitalaria?

Sí, me comentaréis que lo es.

Me podéis decir lo de siempre.
"Estamos en ello".
"Hemos creado comisiones para unificar criterios".
"Estamos implicando profesionales de los dos ámbitos".

Tonterías.

Eso se ha demostrado no sirve.
Está ya fracasado.

¿Por qué no cambiamos entonces la fórmula?

Los Médicos de Familia nos vemos a veces abocados a derivaciones a especialistas hospitalarias por diferentes causas.

Las derivaciones fueron motivo de otro post previo.

A veces derivamos por presión asistencial.
El usuario nos exige una segunda opinión.

¿No sería más rápido y con mayor satisfacción para el usuario que "ipso facto" obtuviera esa confirmación?

¿Y en el caso de que no que el mismo especialista hospitalario determinase sobre la marcha incluso la prioridad que esta tiene?

Hoy en dia esto se puede realizar mediante el uso de TICs (tecnologías de información y comunicación).
La fórmula se llamaría e-health o e-salud.

¿Que ya existe?
¡Vale, y cuándo la vais a aplicar!.

Para una comunicación solamente se requieren, dos webcam, dos ordenadores, dos profesionales y un software libre que los comunique.
¡Ah! y una banda ancha de comunicación.

Un acceso a INTERNET desde nuestra consulta, en definitiva.
¿Que eso no?

Pregunta, cómo diría Mourinho:
¿Por qué?

Otro supuesto de causas de derivaciónes sería para la realización de pruebas diagnósticas a las que no tenemos acceso.
Entiendo que las pruebas complementarias son caras, y que hay controlar los recursos económicos que disponemos.

Pero, derivar para realizar una prueba ¿es lógico?
Son dos citas.
Una para que lo vea el compañero hospitalario, y otra para recoger el resultado.
Más la demora de la prueba diagnóstica.

Tontería insoportable.

Imaginemos una anemia ferropénica en un paciente de edad avanzada sin diagnóstico etiológico.
Los protocolos dicen que una de las pruebas a realizar es un estudio endóscopico digestivo.

Bien, ¿Por que derivar solamente para que se le haga?
Contestareis, que para eso está el teléfono.

Señores, cada vez que marco para hablar con un especialista hospitalario, tengo que pasar mil filtros.
Unos de índole "espera que te lo busco".
Otras veces recibimos de respuesta un descortés "después te llama", terminando la jornada sin haber recibido respuesta.
En otras ocasiones no encontramos un "mira, llama mas tarde que ahora está ocupado".

Eso sin contar, que no tenemos tiempo para llamar al Hospital con la presión asistencial de la Atención Primaria.

¡Pero ya se sabe que nosotros somos menos importantes que los especialistas hospitalarios...!

¡Estos "toreos" no hay quién los aguante!.

¿No sé podría habilitar un sistema de comunicación directa, pero, y esto es muy importante, con una agenda especial de contacto con Primaria, para dudas y "vistos buenos" para pruebas diagnósticas?.

Es decir, ¿que solo tuvieran que dedicar este tiempo en escucharnos y hablar con nosotros?.
¿En conversar con los especialistas de Atención Primaria?.

Sé que hay gestores familiarizados con la web 2.0.
Con el uso de TICs.

En el 17 Congreso Nacional de Hospitales se ha hablado bastante de comunicación.

Miguel Ángel Máñez, es economista y subdirector Departamento Salud Sant Joan (Alicante) entre muchas cosas.

Otro gestor 2.0 es Fran Sánchez Laguna, subdirector médico Hospitalario del Hospital Reina Sofía de Córdoba, nos hizo llegar por streaming dos charlas.

Agradezco publicamente su esfuerzo.
Por preocuparse más de lo que los organizadores lo hicieron, por difundir la información.
Por comunicar.

Entre las ponencias que transmitió, además de la del Señor Máñez (@manyez), está la de Jorge Juan Fernández, director del Área de eHealth y Salud 2.0 del hospital San Joan de Déu.

En ella, comentó que la información y las ideas están en cualquier lado.
Solo hay que escuchar.

¡Vale aporto algunas!

Ustedes mueven pieza.