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sábado, 20 de octubre de 2012

De revalidaciones médicas, certificaciones y otras historias.

Extraído de Muy Windows.

El Gobierno de Gran Bretaña ha decidido que sus médicos deberán ser evaluados anualmente, y cada cinco años revalidados, para poder seguir ejerciendo.

A partir de las evaluaciones anuales la GMC ( su Colegio de Médicos) decidirá los compañeros británicos que podrán seguir realizando su actividad laboral y los que no.

A la Asociación Médica Británica (BMA) también le parece adecuada esta reválida, matizando que ya se ofrece un "servicio de alta calidad" en la sanidad británica.

A la lectura de esta noticia, es lógico que comencemos a extrapolar.
Extrapolar su aplicación a este país y a nuestros profesionales.

Para empezar decir que su aplicación me parecería buena.

El hecho que los ciudadanos sepan que tenemos una calidad suficiente acreditada por entidades de prestigio, supone que alcanzaríamos una mayor confianza por parte de la población de la que ya tenemos.

Que no es poca.

Y si yo estuviera en el lugar de los pacientes, reconozco que me gustaría saber que el médico que me atiende ofrece garantías para suministrarme la atención que merezco.

Hasta ahí bien.

En Andalucía ya tenemos un proceso de Evaluación para los Servicios Sanitarios Públicos de Andalucía (SSPA).

A través de una entidad que se encarga de realizar dicho proceso.
 

La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), entre sus funciones, certifica a los médicos andaluces del SSPA que así lo soliciten, su capacitación profesional.

Ahora con la nueva reestructuración realizada por la Consejera de Salud y Bienestar Social Dª María Jesús Montero parece que va a quedar absorbida por la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía.

Pero eso es otra historia.

ACSA se encarga de certificar al profesional en función del cumplimiento de unos estandares de calidad demostrados en su práctica clínica pudiendose alcanzar tres niveles: Avanzado, Experto y Excelente.  

Eso sí, la diferencia con el que propone el estado Británico es que es voluntario, y solo realmente sirve a efectos de prestigio personal y económico.

Económico porque sirve para subir escalones en la carrera profesional.

Sistema al que veo dos problemas principales.

Que elimina de la certificación a trabajadores eventuales de menos de un año en el mismo puesto de trabajo.

Y también aquellos que aún siendo titulares, y teniendo los registros realizados, no pueden demostrarlo por sobrecarga y falta de tiempo.

Porque tienes que demostrar tú mismo que has hecho los estandares de calidad en tu centro de trabajo habitual durante mucho tiempo.

Y si no se tiene centro de trabajo habitual, o no puedes porque tienes la soga al cuello, tu dirás como demuestras lo gran profesional que eres.

Pero ésto que hablamos en Gran Bretaña es diferente.

Y es diferente porque se habla de ejercer o dejar de ejercer tu trabajo en función de unas opiniones por parte de unos terceros.

Y ahí es dónde me da miedo.

Porque habría que preguntarse que entidades gestionarían esa evaluación en España.

¿Serían a nivel nacional o autonómica?
Como aquí lo multiplicamos todo por 17....

Y suponiendo que se realizara a nivel Ministerial. 

¿Quién se encargaría aquí?.

¿Los Colegios Médicos? 
¿Las Sociedades Científicas de cada Especialidad? 
¿Las Unidades Docentes de las especialidades?

¿Se crearían cúpulas de poder que se encargarían de evaluarnos?

Se sabe que en España las cúpulas de poder, rapidamente terminan relacionándose con quiénes manejan "don dinero".

Y eso es lo que realmente me da miedo.