Es un creative commons

sábado, 18 de mayo de 2013

La milonga de la brecha digital en salud.



Por "milonga" quiero que se entienda la acepción sexta de la Real Academia de la Lengua.

Engaño o embuste.

¿Por qué digo esto?

Porque se habla de brecha digital siempre desde la parte donde están los entendidos en temas digitales.

Porque siempre se tiende a "echar la culpa" de la desigualdad entre profesionales de salud en uso de TICs (Tecnologías de Información y Comunicación) a aquellos que no saben usarla.

Y aunque sea real que algunos compañeros digan aún "Éso del uso del ordenador no son más que tonterías", parece muy simplista decir que la diferencia entre sanitarios en el uso que hacemos de la red solamente se deban a esas actitudes prehistóricas.

Es como echar de la culpa a quién tiene hambre de no haber podido conseguir un trabajo.

Injusto.

Para comenzar, las personas que se introducen (nos introducimos) en este mundo lo hacemos porque sí.

Porque nos da la gana.

No hay ayuda institucional económica alguna.
Ni falta que hace, desde mi punto de vista.

Porque nadie nos obliga a ello.

Pero al adquirir unos conocimientos que otros no tienen comenzamos a creernos superiores.

Tomamos palabrejas anglosajonas como P.L.E., early adopter.
Chorradas.

Creándose simbolismos.
Creándose comunidades cerradas de grandes sabios 2.0.

Y al final, muchos lo que intentan es proteger el estatus de eminencia.

Y algunos hasta terminar ganando dinero.

Aumentando, curiosamente ellos mismos esa brecha digital que intentan evitar.

Convirtiéndose en un negocio.
Para unos cuántos.

Además porque la llamada brecha está provocada también por la administración.
Incluso fomentada.

Si aún no tenemos INTERNET en una consulta publica de Atención Primaria, ¿cómo podemos culpar a alguien de no usarlo en su trabajo o para su trabajo?

Si es que no podemos conectarnos a la red en nuestros ordenadores profesionales, leche.

Ya os digo que quién lo usa es porque le da la gana.
Y éso implica que lo que estoy escribiendo, lo hago desde el ordenador de mi casa.
En mi tiempo libre.

Y cada uno usa su tiempo libre como le viene al fresco.
Faltaría más.

Además en esta época de crisis en España, existe un problema que se suma a los anteriores.

¿Quiénes dominan más las tecnologías?
Pues los jóvenes, por supuesto.

En teoría en un ciclo normal de la vida los mayores habitualmente más reticentes a cualquier cambio, debieran ser poco a poco desplazados por la juventud.

¿Pero que ocurre actualmente?

Que no trabajan.

Y si lo hacen, lo hace en una condiciones tan denigrantes "que pasan" de meterse en temas y liderazgos digitales.

Otro punto a destacar es que los ciudadanos no demandan al profesional conocimientos de salud 2.0.

Si los tiene bien.
Pero si no, para eso está el Dr. Google.
En aquellos casos que el paciente use el ordenador.
Que eso es otra.

Mirad, desde mi punto de vista el conocimiento de las virtudes (y los peligros) que tiene ese espacio que separa a unos profesionales de salud y otros en el tema informático pasa por que haya una accesibilidad adecuada.

Que se pueda usar. 
Y que sea fácil para todos.

En cualquier lugar.

Con guías de verdad que expliquen de forma sencilla.
Sin jergas.

Con jóvenes preparados que tiren del carro.

Con una demanda real de la población para que un mayor número de nosotros estemos dentro del sistema digital.

Porque para mí lo de la brecha digital es una milonga.

Lo que hay es una barrera digital.

Con algunas brechas.
Eso sí.

#carnavalsalud

domingo, 12 de mayo de 2013

El mantel que le venía pequeño a la mesa.



Un día, un compañero ya jubilado, Paco, me expuso una teoría.

Teoría con la que comulgo totalmente.

El mantel que le venía pequeño a la mesa.

Veréis.

Supongamos una mesa de un tamaño determinado.

Y un mantel más pequeño que la superficie de la mesa.

¿Podremos cubrir esa mesa en su totalidad?

Evidentemente no.

Si quisiéramos evitar manchar la mesa, deberíamos comer por la parte del mantel que cubre la mesa.

Pero, ¿y si llegan mas comensales?

Tirarían del mantel para cubrir la parte de la mesa en la que van a comer ellos.

¿Que ocurriría, entonces  con el otro extremo de la mesa?

Que quedaría sin cubrirse.

Porque por mucho que hagamos no hay mantel para tanta mesa.

Pues bien, algo así parecido es lo que ocurre actualmente a la Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud.

Imaginemos que la gran mesa es la cobertura de la Cartera de Servicios que tenemos que dar a nuestra población.

Entre las que está el Área de Atención a la Persona.

Pero también  se encuentra, entre otras, el Área de Atención a la Comunidad.

Que es la parte de nuestro trabajo donde realizamos Educación y Promoción de la Salud.

Y que requiere mucho tiempo para hacerse de forma adecuada.


Esta mesa inmensa no ha cambiado recientemente.
Sigue del mismo tamaño que hace unos años.

Ahora imaginemos también el mantel.

En este caso los profesionales de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud.

Profesionales que se componen de titulares y personal eventual.

Los titulares seguimos siendo los mismos.

Sin embargo, ahora hay una diferencia sustancial con respecto a años anteriores.

El personal eventual está siendo contratado al 75%.

Para hacer un trabajo al 75%.

Por tanto a un mantel de por sí ya pequeño, se le reduce aún más el tamaño.

Vayamos ahora con la teoría del mantel.

Suponed que políticos, y gestores tiraran del mantel de Atención Primaria para realizar trabajos de Atención a la Comunidad,

¿Qué ocurriría?

Que si realizamos más actividades de promoción de salud, dejamos al descubierto otras actividades.

Resintiéndose la actividad asistencial a demanda.

Aumentando la demora en las consultas de Atención Primaria.

Y aumentando las visitas a los Puntos de Atención Continuada y Servicios de Urgencias Hospitalarias.

¿Y si tiraran del mantel para cubrir toda la Cartera de Servicios de Atención a la Persona?

Pues que al dedicar todo nuestro tiempo a todas esas actividades, no tendríamos tiempo para el resto.

Es así de simple.

El mantel no da para toda la mesa.

¿Soluciones?

O agrandamos el mantel.

Cosa harto complicada en época de crisis.

O reducimos el tamaño de la mesa.

Necesitaríamos reflexionar como recortar la mesa para que está no se caiga.

Y que siga siendo sostenible.

Por ahora lo que políticos y gestores persiguen es estirar el mantel.

Esto es, titulares que trabajen a 110%.

Y eventuales  que trabajen al 90%.

Pero cobrando al 100% y al 75% respectivamente.

Esta sobrecarga del mantel puede dar lugar a un problema.

Y es que el tejido se pase.

Y que se pudiera acabar rompiendo.