Es un creative commons

sábado, 18 de diciembre de 2010

Posologías, errores de prescripción y otras historias.



Voy a contar tres casos clínicos que me vienen a la cabeza cuando leo el título.

E
l otro día vino a la consulta una chica joven.
Debía tener entre 25 y 30 años.
La edad siempre la pone en el programa informático DIRAYA, pero ahora no recuerdo.

El caso es que traía un informe de Ginecología, en el que recomendaban tomar Fosfomicina Trometamol 3 gramos ,"1 sobre hoy, y otro mañana" porque le habían diagnosticado infección del tracto urinario.

Como la chica salió de las Urgencias a las 23:00 horas, buscó una farmacia de guardia y tras conseguirlo se tomó el primer sobre.

Al mañana siguiente antes de ir a trabajar se tomó el segundo.
Aproximadamente a las 8:00 horas.

Solamente habían pasado 9 horas, y ya se había tomado entre pecho y espalda 6 gramos de este producto.

Curiosamente en ficha técnica en la posología dice lo siguiente:

Adultos:

En las infecciones agudas de las vías urinarias bajas producidas por gérmenes sensibles a la fosfomicina, la posología es 1 sobre de xxxxxxx 3 g en una sola dosis.

En la profilaxis de infecciones urinarias seguidas de intervención quirúrgica y maniobras transuretrales diagnósticas, la posología es 1 sobre de xxxxxxx 3 g tres horas antes, y otro sobre de xxxxxxx 3 g a las 24 horas después de la intervención.

Debemos reconocer que, a veces no realizamos las posologías según ficha técnica.

Pudiendo dar efectos secundarios totalmente evitables.


Otro ejemplo.

Se prescribe desde Urgencias de mi Centro de Salud, un preparado en polvo para realizar suspensión oral de Amoxicilina Clavulánico 100 mg/12.5 mg de una marca harto conocida.

La receta se administra a una madre de un niño de 5 años al qué se le ha diagnosticado faringoamigdalitis aguda bacteriana.

Se prescribe este fármaco a 40 mg/kg de peso/día de manera correcta, dividiendo la dosis diaria en tres tomas que coincidan con después de Desayuno, Almuerzo, y Cena.

El problema es que el niño desayuna a las 11 de la mañana y almuerza a las 14 horas.

Consecuencia: diarreas.

Deja tratamiento y me solicita tratamiento alternativo.

Se podía haber solucionado administrando amoxiclina sin necesidad de añadir clavulánico.

Al menos con éso solo, lo más probable es que no se hubieran producido las diarreas.

Pero una vez puesto el tratamiento, el fármaco se prescribe de la siguiente manera:

Niños de 0-12 años: La posología será de 40mg/kg/día administrados en tomas iguales cada 8 horas.

Como pauta orientativa se recomienda administrar 0,4 ml/kg/día para conseguir la posologia indicada.

La concentración de la suspensión es de 100 mg en 1 ml.

Las dosis indicadas pueden ser incrementadas hasta 80mg/kg/día, según criterio médico dependiendo de la gravedad de la infección.

No suspenda el tratamiento, aún cuando se encuentre mejor, a menos que su médico se lo indique.



El tercer y último ejemplo me concierne a mí.

Para que digan que soy un criticón.

Mujer joven, administrativa, de aproximadamente 30 años que presenta prurito genital con secreción blanquecina cremosa que procede del interior de la vagina acompañado de eritema vulvar.

Realizo un diagnóstico empírico de candidiasis vulvovaginal e instauro tratamiento con clotrimazol 500 mg en óvulo vaginal en dosis única por la noche, y crema de clotrimazol en pareja sexual cada 12 horas durante 7 dias. Recomiendo, a su vez, o dejar de realizar coitos durante esta semana de tratamiento, o utilización de preservativo durante ésta, advirtiendo de la pérdida de seguridad en el método barrera por el uso de clotrimazol.

Reconsulta a los 10 días comentándome que persisten las molestias.

Preguntando, si ha realizado el tratamiento y las indicaciones prescritas, me dice que sí, que "se lo tomó por la noche".

Dirijo la pregunta otra vez:
Pero, qué se lo tomó, ¿Por la boca?
A lo que responde:
¿Por dónde si no?.

Creo recordar que yo le dije cómo se administraba el óvulo, pero en mi debe queda que, evidentemente, a la paciente no le quedó muy claro.

Eso sí, no tuvo ningún efecto secundario ni de tipo gastrointestinal ni de tipo urticarial.

En fin, creo que quedan claras dos cosas:

Debemos primero prescribir el medicamento adecuado conforme al diagnóstico.

Y segundo debemos dar instrucciones claras por escrito de cada cuánto tiempo se debe administrar, si antes o depués de comidas y cuál es la vía de administración adecuada para cada fármaco.

No podemos dar nada por supuesto, incluso en jóvenes con un nivel cultural aceptable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario