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miércoles, 2 de marzo de 2011

Motivación y capacitación.


En todas las profesiones, y en medicina no iba a ser menos, juegan un papel fundamental estos dos factores,

Dos palabras que catalogan un buen profesional.

Sería triste que de pequeños nos pasaran alguna prueba.

Y nos dijeran.

Tú lo que realmente debes se es.......

Y que eso no coincida con lo que nos gusta.

Con lo que queremos ser de mayor.

Porque aunque fuera verdad, que lo que se nos da bien es tal o cual trabajo, ése trabajo no nos tiene porque gustar.

Y al no gustarnos no lo haríamos bien.

No estaríamos motivados.

De la misma manera, el trabajo que hacemos debemos hacerlo bien.

No vale con querer hacerlo, sino que hay que saber hacerlo.

Debemos aprender a realizarlo.

Eso se llama capacitación.

Estos dos factores pueden ir de la mano.

O no.

Aunque es más fácil que alguien motivado , esté más capacitado.

Porque les gusta su profesión y se prepara para hacerla bien.

Esta persona sería el perfecto profesional.



Puede que haya personas motivadas y no capacitadas.

Estas suelen ser peligrosas.

Porque no comprenden su profesión, y realizan riesgos innecesarios.

Y en medicina los riesgos se pagan.

Lo pagan los pacientes.

Y a un precio muy alto.



También los hay desmotivados y capacitados.

Estos suelen ser apáticos.

En primaria hay muchos de estos profesionales.

Saben trabajar pero no tienen ganas.

Porque han perdido la vocación en algunos casos.

O en la mayoría, la administración, los ha quemado.

Es un grupo recuperable, si se actúa desde arriba atendiendo a sus demandas.

Pero esto no ocurre nunca.

Y por tanto, cada vez están menos motivados.



El cuarto caso no motivado y no capacitado, no se encuentra en medicina.

Hemos tenido que pasar muchas cribas para llegar a atender a la población.

Por tanto, al menos una cierta motivación se debe tener.

O eso es lo que quiero creer.

Que no se encuentran en medicina.



No obstante, esto es un proceso dinámico.

Se puede pasar de motivado a desmotivado y viceversa.

De la misma manera que de no capacitado a capacitado.

Porque en atención primaria hay muchos factores.

Muchas patologías que conocemos.

Y muchas que desconocemos.

Muchas enfermedades que nos gustan.

Y otras que no.

Un día que te levantas, con ganas de cambiar el mundo.

Y otros que no te apetece levantarte.



Pero lo importante, es el equilibrio.

Y aunque tengamos altibajos.

Debemos estar capacitados y motivados.

Aunque parezca que la administración intente evitar que lo consigamos.

Es nuestra labor intentarlo.

Es nuestra labor luchar todos los días.

Para ser mejores profesionales.

Para ser mejores personas.



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