A veces cosas sencillas, solucionan problemas complejos.
Los ancianos muchas veces se sienten solos.
Porque no tienen familiares o se encuentran lejos de su residencia.
En ocasiones, incluso la persona mayor puede vivir en completa soledad.
No tienen a quién acudir cuando se les presenta un problema.
A muchos, además, se acumula que las facultades que antes tenían se han deteriorado.
Tanto sensoriales, audición o visión.
Como motoras, dificultad en la marcha o de accesibilidad a su vivienda o a centros médicos.
Por eso que alguien esté a tu lado se agradece.
Relaja, que alguien diga:
- Tranquilo, que te lo solucionamos.
Eso es prácticamente lo que hace el Servicio de Teleasistencia de la Junta de Andalucía.
Un servicio social para los más necesitados.
El Servicio de Teleasistencia de la Junta de Andalucía desde mi punto de vista, realizan un papel fundamental de acompañamiento a nuestros mayores.
Con solamente pulsar un botón, una teleoperadora (suele ser mujer) se pondrá en contacto con el usuario, tanto para darle compañía, como para ponerle en contacto con los servicios de primera necesidad que pudieran hacerle falta.
Entre otros, los servicios sanitarios, por ejemplo.
Tratan a los ancianos con mucha amabilidad.
Y se encargan, incluso de llamarlos de forma programada.
Para que sepan que siempre, hay alguien ahí.
Al otro lado.
Todo lo que queráis saber del servicio podéis consultarlo en formato pdf. picando aquí.
Se puede contactar a través de la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de la Junta de Andalucía.
El servicio se ha ampliado también, con muy bien criterio, para discapacitados.
La salud es un estado de bienestar bio-psico-social, definió la OMS en 1946.
Por lo tanto, una persona sola, desde el punto de vista social y psicológico, es una persona enferma.
Y eso lo evitan un enorme grupo de profesionales que trabajan en la sombra, haciendo felices a nuestros mayores.
Evitando intervenciones médicas.
Mi más sentido agradecimiento a todas aquellas trabajadoras que hacen que nuestros mayores siempre tengan a alguien a su lado.
A quién hablar.
A quien escuchar.
A quién animar.
Y si lo necesita, por qué no.
A quién ponerle en contacto con nosotros.
Los Médicos de Familia.
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