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domingo, 27 de noviembre de 2011

De las Citas y las Preferencias Hospitalarias

Últimamente no sé ustedes, pero me estoy quemando con las citas preferentes.


Cita preferente es un cita que debe ir con mayor celeridad.
Mayor celeridad por que el Médico de Familia así lo estima.

Recalco ésto último.
Lo debe estimar el Médico de Familia.


Si somos serenos.
Entonces, tendremos las llaves.

Evidentemente, debe ser una patología o una entidad que requiera una cita Hospitalaria rápida.
Porque su proceso así lo demanda.

Y de la velocidad de comunicación entre niveles depende un rápido diagnóstico o una buena actuación ante esa enfermedad.

Con la excusa de conseguir una mayor calidad en la atención, en algunos distritos y para algunas especialidades, es necesario hablar por teléfono con el especialista hospitalario, en citas al que deseemos aplicar el estatus de preferencia.
Parece que esta vía de comunicación se ha puesto de moda.

Y en el supuesto caso que éste lo creyese pertinente, daría paso a la cita, creándose un hueco en la agenda para ese paciente en cuestión.
Hueco de asistencia con carácter preferente.

Varias cosas a comentar.

La primera, un médico de familia está completamente capacitado para saber si es preferente o no su derivación.

No necesita al policía hospitalario de turno que adecue su decisión.

Porque, ¿no sería eso una especie de censura larvada?


Parece que un gestor piensa de la siguiente manera:


Los médicos de cabecera no saben lo que es o no es preferente.
Ergo pongo auditores pre-cita que examinan esas derivaciones.

Evidentemente, los gestores van a decir que la misión es la comunicación.
Que lo que quieren es la adecuación o no de la preferencia.
Que los recursos no son ilimitados.
Y hay que utilizar bien aquello de lo que disponemos. 
La gestión responsables de las citas.
Bla, bla, bla....


Pero a lo de la gestión de las citas,  se les suele olvidar el apellido.


Hospitalarias.


Porque la gestión de las de Atención Primaria les importa mucho menos.

Segunda cosa, muchas veces parece que el médico de cabecera tiene que ir tras el especialista hospitalario como si eso fuera lo único que tenemos que hacer en todo el día.

Tenemos al menos cincuenta y tantos pacientes todos los días, con cinco minutos por paciente.

¿En qué momento llamamos?


- Mire, usted es que vamos con un poco de prisa y......

Pero suponganos, que encontramos un hueco y lo telefoneamos.


¡Qué trabajo cuesta comunicarse con el especialista hospitalario en cuestión!.


Lo más probable que ocurra es que no se encuentre disponible en ese momento.

Y si, para mas INRI, hablamos con él, no siempre terminamos entendiéndonos.


En ocasiones, parece que les estamos pidiendo un favor.

Llegando a veces a decirte:
- Hazle tal o cual cosa y me llamas otra vez. 


¡Uf! ¿Otra vez?.
¡No, señor!.


Yo intento que mis peticiones preferente se ajusten a criterio.
Y es cierto que a veces nos equivocamos.


Pero, para eso están los feedback.
Para poder rectificar y hacerlo mejor la próxima vez.


Y a aquellos compañeros que lo hagan mal repetidamente.
Pues nada, llamada al orden.


Pero no de antemano suponer que lo vamos a hacer mal.
Porque crean que seamos médicos de segunda.

Que yo me lleve media hora para gestionar una cita preferente, les da igual.


Porque puede que en ese tiempo me arrepienta.
Pudiendo incurrir en un problema de tipo legal exclusivamente mío.


O también que no pueda luchar contra los elementos.
O que me la resuelva vía telefónica el especialista hospitalario en cuestión.
Ahorrándose una cita.


Y ésto estaría muy bien, si yo pudiera disponer de más tiempo.
Menos pacientes y más tiempo para cada paciente.


Por lo que me podría llevar sin problema esa media hora pegado al teléfono.
Localizando especialistas hospitalarios.


Y tendría más tiempo si hubiera más Médicos de Familia trabajando en Atención Primaria.
Porque hubiera más recursos económicos para contratarlos.

¿Cuál es la razón de los gestores, para que intenten evitar siempre la sobrecarga hospitalaria, y en cambio les de igual la sobrecarga en atención primaria?


¿Por qué los Médicos de Familia les parecemos tan poco importantes?


¿Y tan poco científicos, que no podemos ni siquiera gestionar si una cita es preferente o no?

5 comentarios:

  1. No sabes cómo te entiendo, Óscar.

    Resulta muy curioso que algo así ocurra en vuestra Área de Salud teniendo una gerente médico de familia y que fue directora de un centro importante de la misma, ¿verdad? Nunca hay que olvidar de donde viene uno, porque al final terminará volviendo, pero allá cada uno.

    Te comentaré lo que intentaba hacer yo en mi hospital (y no quiero decir que siempre lo consiguiera).

    Para empezar, las preferentes no se solían usar, la verdad... porque el sistema de citación no está preparado para usarlas bien. En teoría, con la versión nueva de Citaweb que venía (aunque me fui antes) se podían reservar huecos para citas por procesos... eso sí podría tener algún sentido. El resto, no mucho.

    ¿Qué preferíamos hacer? Mi obsesión era abrir las agendas a Primaria siempre. Creo que lo conseguí con casi todas... incluso con alguna que era tradicionalmente cerrada (como Neurología).

    Siempre decía lo mismo. No se trata de cerrar la puerta, porque si el médico de familia quiere considera que tiene que mandar algo, lo hará. Así que, ¿para qué jugar a no valorar adecuadamente la demanda? Era mejor analizarlo y adecuar las agendas a eso.

    Cuando analizábamos las derivaciones a varios años vista, les solía sorprender que, a pesar de lo que ellos opinaban, las derivaciones no sólo no subían, sino que habitualmente bajaban con el tiempo. Está claro que el ser humano se basa en suposiciones de cafetería, pues todos los hospitalarios te dirán siempre lo mismo: Primaria manda cada vez más... no es siempre cierto.

    Si se veía que no se podía atender la demanda de Primaria. El siguiente paso era reunirse con ellos (un grupo de trabajo con representantes de ambas partes), plantearles abiertamente el problema y TRABAJAR JUNTOS Y CONSENSUAR protocolos de actuación y derivación. Esto no quería decir que se cerraran las agendas. Simplemente, el grupo se reunía cada X tiempo para analizar las derivaciones, comentarlas y readaptar el flujo de trabajo si fuera necesario.

    Si se consensuaba el contacto con un especialista hospitalario. Se le asignaba un móvil corporativo que llevaría encima en el horario pactado. Nada de llamar a la secretaria para que ésta localizara al interfecto... ¡estaría bueno!

    Y, si te digo la verdad, creo que las cosas iban funcionando y que todos estaban más o menos contentos.

    Cada vez que había algún problema, Primaria tenía claro con quién contactar y el ambiente siempre era cordial. Pasamos de que me llegaran correos con problemas a diario (y llamadas) a que fueran realmente pocos. Y cuando asistía a las reuniones de los grupos, el ambiente era genial.

    No digo que lo hiciéramos perfecto, ni que yo diera una solución novedosa e innovadora... simplemente intenté lo que creía lógico: hay un problema, pues hablemos abiertamente y veamos juntos cómo salir. Porque no se trata de un problema de Primaria u Hospitalaria; es un problema del sistema que, al final, afecta a las personas de las que cuidamos.

    Tengo que añadir que conseguir lo que digo en un Área Sanitaria es muchísimo más sencillo que hacerlo en un Área Hospitalaria. El tener una única dirección ayuda. Aunque, en este sentido, la colaboración entre las direcciones de mi hospital y las de nuestros distritos era siempre genial.

    Es una lástima que el Área de Osuna no se esté comportando como una verdadera Área... me da pena comprobar que la Primaria se siga despreciando incluso en el modelo organizativo que se supone que debería respetarla al máximo... sobre todo, teniendo una gerente médico de familia... eso es lo que más lástima me da. Aunque conociendo como conozco a parte de la estructura directiva, tampoco me sorprende... esto nos daría para una buena charla telefónica, Óscar... conozco bien el área y sus profesionales... me formé allí...

    Espero que todo mejore... hay que seguir trabajando para ello. Mucho ánimo.

    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias por el análisis concienzudo.
    A ver si los Gerentes toman nota de las posibilidades que existen para solucionar estos problemas.
    Un saludo y gracias por pisar esta humilde morada.

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  3. Bueno, yo ya te dije lo que pienso de esto y lo considero totalmente absurdo.
    Fuera de orgullos y falsa modestia creo que hoy por hoy la especialidad de medicina de familia forma gente cualificada al menos para saber distinguir qué significa preferente( más si cabe en nuestro hospital comarcal que además no existen residentes de otras especialidades y puedes "danzar a tus anchas por todo el hospital".
    Durante el tiempo que llevo siendo residente( y supongo que en el que me queda) ya he visto que hay muchas diferencias injustificadas entre los derechos que se presuponen a los ESPECIALISTAS y los que tenemos los MEDICOS DE CABECERA(siendo ambos igual de especialistas y pasando por una formación similar o incluso más completa- que me río yo de los cursos obligatorios de otras especialidades y de su minilibro de residente), y entiendo que muchos de los compañeros terminen comportándose y creyéndose igual de inútiles que el sistema les presupone, pero de momento me voy creciendo en las adversidades y me siento orgullosa de convertirme en MÉDICO DE FAMILIA, con todo lo que ello conlleva( aunque buena parte sea aguantar este tipo de cosillas).
    Bueno nos vemos mañana por el centro de salud.
    Un besote
    Nieves

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  4. Yo en algún momento he pensado pagarles con la misma moneda: todo paciente que se envíe a urgencias o que ingrese, antes de ser dado de alta, debe contactar telefónicamente con su médico de cabecera a fin de asegurar "la continuidad asistencial". Si no lo hacen se les devuelve los pacientes. ¿Que les parecería?
    ¿A que no hay c...?

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  5. Gracias por los comentarios.
    Sería una solución si hubiera unidad, Rafa.
    Si no, solo eres una mosca cojonera.
    Un saludo.

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