Es un creative commons

lunes, 15 de marzo de 2010

Ser del Sevilla (primera parte)

Otra de mis grandes aficiones es el fútbol.

Soy del Sevilla F.C., porque mi padre era sevillista.

Mi padre era un sevillista de salón, es decir, no iba mucho al estadio.

De pequeño lo criticaba. Le decía que no era sevillista, que si era sevillista tenía que ir al estadio Ramón Sánchez Pizjúan. Aún así, me inculcó el amor por los colores rojo y blanco de la ciudad Hispalense.

Ésos colores que seguirá teniendo, sentado en el tercer anillo, observándonos, sonriendo como casi siempre.

Ya cuando tuve uso de razón, me saqué el carnet de socio. Al principio fui infantil y después durante muchos años juvenil, porque mantenía mi cara de niño y no tenía para pagarme un carnet de adulto. En esos tiempos el Sevilla no iba a UEFA ni a Champions, por tanto el dinero del abono daba para todos los partidos salvo un día del club al año.

Y ya cuando comencé a ganar dinero, no me apetecía ir a Sevilla domingo sí , domingo no, al estadio de Nervión y lo dejé.

Aparte, perdí el contacto con mi amigo Manolo Quiñones, quién era con el que iba habitualmente al fútbol.

Pero no es una excusa, porque si hubiera sido un gran sevillista hubiera mantenido mi carnet. Y lo hubiera pagado, por supuesto, de adulto.


Por tanto, critiqué a mi padre por ello, y ahora soy, como lo fue mi padre, un sevillista de salón.

¡Y a mucha honra!

No hay comentarios:

Publicar un comentario