Hoy es el Día Mundial Sin Tabaco.
Por eso precisamente hoy, voy a hablar de otra cosa.
Porque otro día que nadie comente este tema, recordaré lo importante que es dejar de fumar.
Un blog debe acordarse de actividades preventivas cuando en los medios de comunicación no aparecen como noticias.
Cuando no les presten atención.
Cuando dejen de ser portadas.
Por eso, hoy me apetece hablar de las personas cuidadoras.
Son en un 85% mujeres.
Se encargan de cuidar a personas dependientes.
La mayoría, pacientes mayores.
Familiares en casi todos los casos.
Pacientes que requieren un esfuerzo físico importante.
Una energía que las cuidadoras sacan de dónde no hay.
Requieren aseos diarios.
Teniendo que pelearse con ellos para suministrárselos.
A veces, incluso varias veces al día.
Esto es particularmente duro, en personas incontinentes.
Requieren levantarlos de la cama para que se sienten un rato.
Y que puedan ver la luz del sol.
Requieren darles de comer, hidratarlos, y administrarles su medicación.
Requieren estar sin dormir muchas horas.
Porque el sueño de las población cuidadora, no tiene porqué coincidir con los de la persona cuidada.
No es de extrañar que consulten por dolores múltiples.
¿Habéis probado levantar a pulso de una cama 80 ó 90 kgs varias veces al día?
Pero siendo duro, lo más doloroso es el esfuerzo psíquico que conlleva cuidar a un ser querido dependiente.
Pierden capacidad económica.
No ganan dinero.
Porque trabajar sí trabajan.
Económicamente la familia se resiente.
Con lo que los conflictos de pareja se suelen acentuar.
Pierden prestigio social.
Se sienten menos valoradas.
Nadie les agradece su trabajo.
Que además tienen que realizar porque les toca hacerlo.
Porque tienen que hacerlo.
Porque son "sus familiares".
Dejan de tener tiempo para ellas.
Para cuidarse de sí mismas.
No pueden salir porque hay que estar pendientes permanentemente de ellos.
Y si encima se produce algún error, o simplemente enferman, se sienten culpables.
Suelen ser juzgados por personas que no mueven ni un dedo en ayudarlas.
Visitas de fin de semana.
Familiares de segunda.
Y por si fuera poco, a veces las personas cuidadas ni reconocen sus méritos.
O lo que es peor, ni las identifican.
No saben si la persona que la cuida, es sus hija o la tendera de la esquina.
Muchas veces se preguntan que porqué tienen que cuidarlos.
Y siempre se responden lo mismo.
Porque su amor, ya no correspondido, es ilimitado.
Sin tapujos.
Sin esperar beneficio.
Al final las cuidadoras, sufren una anulación total, desde el punto de vista psíquico.
A lo que se le une, un agotamiento físico.
Hoy es el día mundial sin tabaco.
Pero mi recuerdo es para todas las cuidadoras.
Por ser como son.
Por la labor que hacen.
Porque sin su labor, las vidas de sus familiares serían insostenibles.
Porque se entregan de forma desinteresada.
Muchas gracias.
Preciosa y real esta entrada.
ResponderEliminarGracias por tu post.
Un beso
Nieves