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domingo, 27 de marzo de 2011

Dominio de la información.


Es sabido que las relaciones entre los hospitales y los centros de salud no pasan por los mejores momentos.

Hay un desequilibrio presupuestario histórico volcado hacia el hospital.

Parte de la idea del hospitalicentrismo.

Todos giramos alrededor de nuestro hospital de referencia.
Y también de la idea ancestral, que en los centros de salud se encuentran médicos, digamos, con una menor calidad científica.

Que lo piense la administración me molesta, pero lo asumo.

Sé que, al menos por ahora, la política manda.

Y la política dice que vende más demostrar lo bien equipados que están éstos u otros hospitales, que cualquier centro de salud.

Lo que sí me irrita es que algunos "compañeros", especialistas como yo, nos subestimen y desprestigien ante los pacientes.

Porque si que es cierto que en atención primaria hay profesionales de baja calidad.

Pues claro.

Pero creedme si os digo que en hospitalaria, al menos, hay el mismo número de profesionales de mala calidad que en la primaria.

En todas las profesiones hay buenos, regulares y malos profesionales.
Y en la hospitalaria igual.

Ya pasó el tiempo aquel de que el especialista hospitalario siempre tenía la razón.
Además, mientras más viejo y más títulos, tipo cátedra, tuviera, mayor sería ésta.

No,ya no.
El mundo ha cambiado.
Mejor dicho, en este momento está cambiando.

Hoy tenemos acceso a toda la información que se escribe en el mundo.
Y podemos saber el ultimo estudio de investigación en el momento que se publica.

Estando más informado que cualquier general de bata blanca.
Dinosaurio con galones.

Por lo tanto, se acabó "ésto es así porque yo sé más que tú".

Cualquiera puede saber más que yo.
Eso tenemos que saberlo y aceptarlo.

Y por supuesto, un paciente bien informado puede saber más que yo de un tema específico.
Gracias a INTERNET.

A mí esto no me asusta.
Porque es imposible dominar todas las materias.

Hay que perder ese orgullo infantil de la superioridad del médico ante el paciente.
Si está informado, y lleva razón pues nada, admitirlo y actualizarnos.

Pero igual que digo lo anterior, también digo, que yo puedo saber más que ninguna otra persona, en otros temas determinados.

Porque si me he actualizado en algo, si he leído lo último, y lo que me he leído tiene un completo rigor científico, solo el investigador puede saber más que yo de ese concepto.

A veces tengo que rectificar algún informe de algún compañero hospitalario.

Porque prescribe algo que no tiene evidencia científica.
O prescribe algún tratamiento que en él/ella no estaría indicado.

Creo que no es ético mantenerlo.
Me cuesta convencer al paciente.
Pero como habitualmente los pacientes confían en mí, pues rectifico el tratamiento.

Cuando vuelve al hospital, algún especialista puede decirles:
- Pero, ¿cómo le ha cambiado el medico de cabecera el tratamiento?

Pues porque no está bien puesto, compañer@.
No te quejes, ni me insultes, y comprueba si el mío se adecua mejor a este paciente que el tuyo.
Aunque tú seas el especialista en la materia, y yo no.

Normalmente al derivar, asumimos que un especialista sabe mucho más que un médico de atención primaria de un tema.
Es así.
Se dedican a un tema específico y lo suelen dominar.
Es normal.

Pero vayamos por partes.
Supongamos un especialista hospitalario.
Como un oftalmólogo.
Aunque podía ser cualquier otro especialista hospitalario.
Le dedica todo el tiempo de su profesión al ojo.
Ha hecho toda una residencia para formarse en su especialidad.


Bien, pues dos cosas son claras.

El médico de familia no tiene que saber todas las patologías del ojo.
Es por eso que hay hoja de derivaciones.
Lo digo, porque también suele ser habitual la crítica que algunos compañeros hacen al médico de cabecera porque sabe muy poco del "ojo".

Ni tampoco tenemos (los médicos de familia) que hacer caso porque sí, a un compañero que no está actualizado en algún tema.
Porque lo escriba en un informe.
O porque se lo diga, y esto es más fuerte, al paciente de forma verbal.
Si lo que dice no es correcto.
O no se ajusta a rigor científico.

El título determina una serie de conocimientos básicos sobre un tema específico.
Pero tenemos que seguir adquiriendo información durante toda nuestra vida profesional.

Tanto especialistas hospitalarios, como "familiólogos".

2 comentarios:

  1. joe, que verdad esta... y yo que soy actualmente residente... cuánto hay que callar escuchando en tu propia cara lo que desprestigian a los Médicos de Familia. Se pasan. ¿Pero es que tú no estás para trabajar? Que para colmo la mayoria de especialistas con consultas estoy descubriendo que las consultas es de 9 a 13:30 y se piran a su casa. ¿Es que acaso tú conoces como está la atención primaria y los centros de salud en cuanto a presión asistencial? Pero al final no les hago estas preguntas y me callo y trago... una pena.

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  2. Lo que hay que hacer es demostrar día a día nuestras cualidades, y disfrutar de nuestro trabajo.
    Un abrazo.

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